El mazapán es, sin dudarlo, mi dulce favorito. Esto me ha llevado a desarrollar una habilidad maravillosa que me permite destaparlo sin que se rompa.
Así deberíamos de tratar y permitir que nos traten a nosotros, los que tenemos corazón de mazapán.
Frágil y dulce
Corazón de mazapán
No lo rompas más.
En pedacitos
Parece destrozado
Pero existe.
Sigue latiendo
Con cada moronita
Te puede amar.
(Para este breve poemita concatené tres textitos en formato de haikú, que no son haikús porque no cumplen con la regla de hablar sobre fenómenos de la naturaleza ni las estaciones del año... Pero se leen bonito, yo digo).
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¡Muchas gracias por leer!
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